Existe confusión con los productos químicos que se utilizan en los salones de belleza para las diversas soluciones en el proceso del trabajo diario. Productos etiquetados como cosméticos y productos etiquetados como limpieza y desinfección. Nada tienen que ver unos con otros y se deben emplear cada uno de forma personalizada e individualizada para cada necesidad en cada caso.
Manuela Jurado cuida y controla especialmente la composición de los productos que utiliza. Cada uno debe cumplir la normativa para ser empleado debidamente en el desempeño diario, debiendo estar correctamente etiquetado para su manipulado, almacenamiento y uso.
La alta peluquería actual tiende cada vez más a la utilización de productos que se encuentran en la naturaleza y son en su mayoria orgánicos. Productos que respetan el medio ambiente y se degradan de forma natural eliminando residuos que protejan de agresiones futuras el ecosistema.
¿Qué productos tienen efectos adversos y ponemos especial atención para evitarlos en nuestro salón y así proteger al cliente en los servicios habituales que solicita? Se puede prevenir la utilización de estos porque son fácilmente controlables y están claramente identificados, existiendo bastante información pública al respecto. Los agrupamos por sintomatología, siendo los más comunes:
Alergias a los componentes que se podrían encontrar en la estructura química de Productos o Cosméticos.
- El PPD (Parafenilendiamina) Un componente común en Tintes para Pieles, Telas y Maquillajes. Eran utilizados en tintes permanentes capilares de baja toxicidad con capacidad para soportar temperaturas elevadas manteniendo su composición estable. Los Colores eran duraderos dando sensación de naturalidad. Provocaban dermatitis en diversas partes del cuerpo. Aunque estudios y análisis concluyeron y demostraron que no eran nocivos para la salud ni constituían riesgo alguno, actualmente están siendo desplazados por otros de tipo vegetal u orgánico.
- Parabenos. Ingrediente que se encontraba, no solo en la mayoría de productos de cosmética, sino que se encontraban en medicamentos e incluso productos alimenticios. Se utilizaban para combatir algunas bacterias resistentes e infecciones por hongos. Claro, tenían efectos adversos, y digo tenían, porque la tendencia, desde hace años, es ya, a no ser utilizados por la mayoría de fabricantes de cosmética: En nuestro salón, no los utilizamos, pero nunca está demás revisar el etiquetado de maquillajes, desodorantes, champús, esmaltes de uñas, productos de depilación, etc. Eran causantes de Dermatitis e irritación de la piel e incluso podían alterar el equilibrio endocrino paralizando la acción hormonal en la mujer en casos aislados. Los productos que llevan en la actualidad este tipo de componente, va en concentraciones tan bajas que son inocuos para la salud.
- Resorcinol. Suele abril el poro de la piel para eliminar la grasa en estética y la prepara para recibir el maquillaje. Se usa en medicina para el dolor y rozaduras. Producto aplicado en Peelings Químicos para renovar la piel y eliminar células muertas ayudando al rejuvenecimiento cutáneo. No aconsejado para pieles oscuras
Quemaduras por productos abrasivos utilizados en el proceso.
- Amoniaco. El correcto manipulado y experiencia de uso lo hace inofensivo e inocuo sin riesgo para el cliente. Aunque nuestros Tintes L’Oreal no llevan este componente directo, por la importancia que ha tenido durante años en Salones de Belleza lo indicamos. Podían producir quemaduras o irritaciones pulmonares al entrar en contacto con la piel o su inhalación, ya que es muy volátil a temperatura ambiente y biodegradable. Se emplea disuelto con agua en la mayoría de usos. El Tinte con amoniaco es creado por el fundador de L’Oreal en 1907 – Eugene Scheuller, siendo pionero e iniciador de una verdadera revolución en el mundo de la belleza. La tintura penetra en el cabello por apertura de la cutícula y se queda hasta que este crezca o se corte La técnica de tintes con amoniaco sigue vigente en muchos salones por su calidad, brillo y durabilidad del color.
Según estudio de D. Luis Conde Salazar jefe del servicio de Dermatología de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo, los problemas de salud que se pueden presentar en un salón de belleza son de tipo alergénico, el 75% de los cuales el 58% son dermatitis de la piel, o sea, una reacción inmunitaria. El resto dermatitis por contacto.
En un salón de belleza trabajamos con productos químicos y es uno de los frentes principales a controlar para la seguridad y bienestar de los clientes. Las quemaduras leves por productos abrasivos, según el estudio, son menos frecuentes, pero se podrían dar, sobre todo, en servicios de depilaciones a la cera caliente o, como ya indicamos, con el manipulado del amoniaco.
Los productos cosméticos están exentos de la aplicación sobre normativa de sustancias químicas por lo que no requieren y no necesitan fichas de seguridad. En el etiquetado de estos se reflejan las advertencias e indicaciones para la correcta utilización y manipulado con instrucciones a seguir para las precauciones que se aconsejan.
Nuestro objetivo como profesionales del cabello es hacernos responsables, ya que el cliente deposita la confianza en nosotros, proponiéndonos los siguientes objetivos:
- Conseguir vitalidad y fuerza a toda la estructura capilar. Un cabello sano es bello, siendo la base para que la imagen personal sea equilibrada.
- Proporcional una elasticidad al cabello para el trabajo de embellecimiento frecuente. La mujer, a lo largo de su vida, constantemente cepilla el pelo, lo lava, lo tiñe, lo seca con calor y lo moldea. Esta “agresión” requiere de la flexibilidad necesaria para poder resistir sin causar problemas de cantidad y calidad.
- Combatir la caída del pelo y tratar de conseguir el volumen necesario con el que el cliente se sienta satisfecho.
- Manejar con precaución utensilios, herramientas y manipulado del pelo durante los servicios de belleza solicitados.
- Controlar y vigilar los nuevos productos, especialmente los usados en el Salón, desechando los que no cumpliesen la normativa de seguridad y calidad para proteger al cliente de cualquier riesgo de alergia o quemadura por contacto.
La abundante oferta existente en el mercado de productos de belleza, obliga a salvaguardar y proteger al cliente, a estar alerta, revisar el etiquetado y vigilar que cumpla desde la experiencia, con lo indicado en él. Consultamos con equipos profesionales del sector los resultados de aceptación, y finalmente, hacemos nosotros mismos pruebas pertinentes de manera interna, antes de incorporarlos al catálogo de usos y puesta a la venta.
La Seguridad y bienestar al servicio de la belleza es la fuerza que mueve a Manuela Jurado en la filosofía que motiva el trabajo que ofrece y nuestros clientes lo entienden y premian.